sábado, 16 de noviembre de 2019

Más de más

Hoy es el día. Hace tiempo que llevo pensando cuánto ha pasado desde la última vez que escribí para este blog. Me faltan las ganas, el tiempo, la inspiración… Pero se ve que han confluido los astros a lo largo de esta semana y varios factores han determinado el impulso que hoy me lleva a abrir el ordenador para algo que no es trabajar, a pesar del cansancio de un jueves por la noche.

La primera motivación ha sido totalmente banal: una frase tras un breve saludo. “He leído tu blog y me ha gustado mucho” (no era exactamente así el comentario; era más personal y entusiasta, pero con la similitud de este la idea queda enunciada). Provenía de alguien que jamás hubiera imaginado. Una sorpresa total. La segunda ha sido una reunión (tengo muchas a la semana, pero esta era especial, y le he sacado un jugo del que me he alimentado hasta el punto de vencer la pereza para escribir). Y la tercera, una imagen de Pinterest (¡una de mis aplicaciones favoritas y diarias!), de esas que le gustan a mi amiga Raquel y que nos envía de vez en cuando al grupo de chicas para animarnos y darnos fuerza.

Ahora que lo escribo me doy cuenta de que tres acciones tan intrascendentes y cotidianas me han movido a llevar a cabo un deseo adormecido, de esos que, al empezar a materializarse, crecen, se ensanchan y llenan. De esos que estarían en la lista del “más”, pero que solemos poner en la parte del “menos”, porque tantas ocupaciones y preocupaciones nos absorben el tiempo, como los hombres grises de Momo.

En esa reunión de hoy hablábamos, en clave trascendente, de aquellos impedimentos u obstáculos que nos ponemos a nosotros mismos y que imposibilitan que disfrutemos y llevemos a la plenitud nuestra vocación en la vida, nuestra misión. Unas horas antes, en una comida de amigas, me sorprendía a mí misma justificando convencidísima lo razonable que es prolongar el visionado de una serie hasta el infinito por la falta de tiempo; esta es otra acción que colocaría en el “más” pero que siempre siempre pongo en el “menos”. Por último, esta noche, en mis minutos diarios de Pinterest, he encontrado una imagen y en mi cerebro una palanquita ha hecho: “click”. Ahora. Hazlo. Ya basta de excusas. Sí puedes. Como salga. Adelante. ¡Ponte en el más y escribe!

Por eso, hoy ha sido el día: ¡me he posicionado en la mejor columna! ¡Y qué bien me ha sentado, la verdad! Vencer esas excusas que me impiden, lanzarme a por lo que me gusta, atreverme y actuar. Pues sí. Yo quiero seguir estando ahí y hacer “más de más”.





                               (Esta es la imagen inspiradora de Pinterest. ¿A que mola? ;-))

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