Hoy es el día. Hace
tiempo que llevo pensando cuánto ha pasado desde la última vez que escribí para
este blog. Me faltan las ganas, el tiempo, la inspiración… Pero se ve que han
confluido los astros a lo largo de esta semana y varios factores han
determinado el impulso que hoy me lleva a abrir el ordenador para algo que no
es trabajar, a pesar del cansancio de un jueves por la noche.
La primera
motivación ha sido totalmente banal: una frase tras un breve saludo. “He leído tu blog y me ha gustado mucho”
(no era exactamente así el comentario; era más personal y entusiasta, pero con
la similitud de este la idea queda enunciada). Provenía de alguien que jamás
hubiera imaginado. Una sorpresa total. La segunda ha sido una reunión (tengo
muchas a la semana, pero esta era especial, y le he sacado un jugo del que me
he alimentado hasta el punto de vencer la pereza para escribir). Y la tercera,
una imagen de Pinterest (¡una de mis aplicaciones favoritas y diarias!), de
esas que le gustan a mi amiga Raquel y que nos envía de vez en cuando al grupo
de chicas para animarnos y darnos fuerza.
Ahora que lo
escribo me doy cuenta de que tres acciones tan intrascendentes y cotidianas me
han movido a llevar a cabo un deseo adormecido, de esos que, al empezar a
materializarse, crecen, se ensanchan y llenan. De esos que estarían en la lista
del “más”, pero que solemos poner en la parte del “menos”, porque tantas
ocupaciones y preocupaciones nos absorben el tiempo, como los hombres grises de
Momo.
En esa reunión de
hoy hablábamos, en clave trascendente, de aquellos impedimentos u obstáculos
que nos ponemos a nosotros mismos y que imposibilitan que disfrutemos y
llevemos a la plenitud nuestra vocación en la vida, nuestra misión. Unas horas
antes, en una comida de amigas, me sorprendía a mí misma justificando
convencidísima lo razonable que es prolongar el visionado de una serie hasta el
infinito por la falta de tiempo; esta es otra acción que colocaría en el “más”
pero que siempre siempre pongo en el “menos”. Por último, esta noche, en mis
minutos diarios de Pinterest, he encontrado una imagen y en mi cerebro una
palanquita ha hecho: “click”. Ahora. Hazlo. Ya basta de excusas. Sí puedes.
Como salga. Adelante. ¡Ponte en el más y escribe!
(Esta es la imagen inspiradora de Pinterest. ¿A que mola? ;-))
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